El pasado 5 de octubre se celebraba el Día Internacional de los Docentes y desde Fundación Vodafone quisimos sumarnos a esta celebración con la presentación del estudio “Docentes del siglo XXI” para conocer cómo están cambiando las nuevas demandas sociales y tecnológicas del siglo XXI la manera de enseñar y aprender en Europa y en España.

Las conclusiones del estudio son bastante interesantes y, sobre todo, nos reafirman en nuestra visión de que el poder de la conexión puede ayudar a construir un futuro mejor donde el aprendizaje a través de la tecnología llegue a toda la sociedad mediante las diferentes iniciativas que lideramos desde la Fundación, como puede ser el programa DigiCraft o Skills Upload Junior.
El profesorado español apuesta por las competencias digitales
Desarrollado a partir de una encuesta realizada a más de 3.000 docentes europeos de once países europeos (Albania, Alemania, Reino Unido, Grecia, Hungría, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumanía, España y Turquía) para conocer su percepción sobre la escuela del siglo XXI, el estudio refleja que los profesores y profesoras españoles hacen un gran uso de las competencias digitales en sus actividades diarias.
Así, a la hora de impartir las clases, el 53 % de los encuestados señala que usan diversas tecnologías digitales de forma competente, creativa y crítica en comparación con el 38 % de la media europea.
Por regla general, los docentes se muestran a favor del uso de la tecnología digital en el aula y confían en su capacidad para utilizarla en su labor docente. Y eso a pesar de que, en la actualidad, sólo un 20 % de los centros educativos de los países entrevistados dispone de una infraestructura digital de alta calidad. Aunque lógicamente, existen diferencias sustanciales entre unos países y otros
Por ejemplo, en lo que respecta a la formación para la enseñanza digital, el profesorado de nuestro país es mucho más activo que sus colegas europeos: el 59% de los profesores y profesoras españolas ha asistido a formaciones oficiales en repetidas ocasiones, frente al 39 % de la media europea. Un dato europeo que llama la atención si tenemos en cuenta que aproximadamente un 20 % de los profesores encuestados confiesa que no tienen ningún tipo de competencia digital en el aula.
Los datos del estudio concluyen que la formación presencial parece tener el mayor potencial para ayudar a los docentes en la mayoría de los países (sobre todo en Albania, Turquía y Alemania). Pero hay países con preferencias significativamente diferentes: en Hungría y Portugal, por ejemplo, la mayoría prefiere la formación online. De ahí, la importancia de iniciativas híbridas de formación en competencias digitales
Sin embargo, al preguntarle a los docentes sobre su percepción de su papel actual y futuro en las aulas, la mayoría de los encuestados no espera que se produzcan grandes cambios en la importancia de ciertos roles de los docentes. El papel del profesor como transmisor de conocimiento suele considerarse el rol más importante por ahora y de cara al futuro. Sin embargo, se espera que dicha relevancia disminuya ligeramente con el tiempo.
Mirando al futuro, lo que sí tienen claro es que quedan cosas por hacer. Así, el 78 % de los docentes europeos reclama que las expectativas de los gobiernos nacionales hacia la enseñanza digital son más altas de lo que se puede realmente alcanzar. Quizás conscientes de las limitaciones reales de infraestructura tecnológica en los centros de enseñanza. Muestra de ello es que mientras cuatro de cada cinco docentes en España afirman que su centro escolar apoya el uso de la tecnología digital en el aula, tan solo el 59 % considera que su escuela proporciona un conocimiento adecuado sobre cómo emplear la tecnología digital. Un porcentaje inferior al de la media europea, que alcanza un 68 %.
Específicamente en el caso de las conexiones a Internet, el 61 % de los docentes encuestados valora muy positivamente la conexión de su centro, mostrando mejores resultados en comparación con el resto de los centros educativos europeos (sólo superados por Rumanía).
Riesgos y beneficios de la tecnología en las aulas
Si es importante tener buenas infraestructuras, no lo es menos saber cómo sacarles el máximo rendimiento y educar al alumnado para que hagan un uso responsable de las tecnologías. Por ello, uno de los capítulos del estudio se ha centrado en analizar la percepción de los docentes acerca de las ventajas y riesgos que plantea la tecnología digital en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Así, las principales ventajas de la tecnología digital serían ayudar al alumnado a adquirir las destrezas que requiere la era de la digitalización y hacer que tengan acceso a mejores fuentes de información. Por el contrario, en el aspecto negativo, preocupa la exposición cada vez mayor a fuentes poco fiables de información (las fake news) y al debilitamiento de las destrezas tradicionales.
Quizá por ello los profesores deberían mostrar su ejemplo a la hora de aprovechar las redes sociales como fuente de inspiración para hacer de la enseñanza una experiencia digital. De acuerdo con el estudio, un 84 % elige Internet y las redes sociales como principal fuente de información cuando se trata de buscar nuevas ideas para integrar las tecnologías digitales en la enseñanza. En segundo lugar, con un 65 % se encuentran los cursos de formación y, finalmente, el 59 % considera que las redes de profesores son la mejor alternativa.
Pese a las diferencias entre países en equipamiento de infraestructuras tecnológicas y grado de incorporación de programas de competencia digital en los centros de enseñanza, hay un dato irrefutable. Para los docentes europeos, las competencias más relevantes para desenvolverse en la sociedad digital del siglo XXI son las habilidades comunicativas y la alfabetización digital. Estas dos destrezas son evaluadas como importantes por el 91 % de los docentes europeos.
Una necesidad o demanda, que, como Fundación Vodafone, nos reafirma en nuestra visión de conectar a la sociedad con la tecnología a través de la educación, actuar para construir un mundo mejor y aprender para seguir creciendo.